Guia de safari por Sudáfrica

Félix Rodríguez de la Fuente dijo que fue al Kalahari a ver a los bosquimanos de la mano de los sudafricanos. En efecto, ellos tienen una parte de este desierto, con el parque Mata–Mata en medio, en el que nuestro guía recaló cuando cruzó el Kalahari, pero en este safari no vamos a ir a ver leones, sino ballenas.

Pocos se imaginan que la punta costera más al sur de África está llena de pingüinos, lobos marinos primos de las focas, albatros y ballenas que viven la mayor parte del año en aguas de la Antártida y acuden de septiembre a diciembre, el otoño austral, a reproducirse en la región de las próteas –uno de los reinos botánicos en los que se clasifica la flora del Mundo– en El Cabo, región de clima mediterráneo, en la que, como en España, abundan los viñedos, las naranjas y las ovejas de raza merina.

Pocos se imaginan que la punta costera más al sur de África está llena de pingüinos, lobos marinos primos de las focas, albatros y ballenas que viven la mayor parte del año en aguas de la Antártida y acuden de septiembre a diciembre, el otoño austral, a reproducirse en la región de las próteas –uno de los reinos botánicos en los que se clasifica la flora del Mundo– en El Cabo, región de clima mediterráneo, en la que, como en España, abundan los viñedos, las naranjas y las ovejas de raza merina.

Camino de Kommetjie desde Ciudad de El Cabo (50 km de carretera labrada en el acantilado de un mar lleno de lobos marinos y tiburones blancos).

En el maravilloso pueblo de Kommetjie vivió todo el año de 1999, y luego algunos inviernos europeos más, nuestro guía, que nos llevará a Hermanus a ver las ballenas, pero también a lo largo de toda la bahía que llega hasta las colonias de pingüinos de Simon’s Town, cerca de donde se coge el barco para ir a ver, a cientos, los albatros, los petreles y otras aves oceánicas que, en esta zona del mundo, se acercan a la costa casi tanto como las ballenas, a las que es fácil ver saltar y sacar el cuerpo entero fuera del agua desde la mesa de muchos restaurantes o la cama del alojamiento de turismo rural en la que se pernocte.

Pero mejor embarcar y dejar que acerquen ellas a nosotros, saltando a veces casi desde debajo del barco en el que surquemos la bahía. Que el guía oficial de este Crowdfunding nos enseñe su segunda tierra será todo un lujo.