¿Desarrollaron los españoles una INU equivalente a la IA, hace 14.000 años?

Intentando saber la opinión de gente leída en primitivismo, hace años envié a dos personas, que encontré en un blog, un texto que hice intentando indagar en los orígenes de las capacidades que descubrí en Félix Rodríguez de la Fuente al escribir su biografía. Les avanzaba, al recabar su opinión de los datos que había reunido, que soy un completo ignorante en Prehistoria, y en casi todo, y que lo que saco en claro con mis indagaciones sobre los paleolíticos son más dudas que respuestas.

Los dos expertos en primitivismo citados, (mis libros y pensamiento nada tienen que ver con esa corriente, ya que para mí la tecnología no es que sobre, como ellos dicen, sino que será la que recupere al ser humano primigenio) atendieron mi petición, de hacer un análisis de mi escrito, y escribieron una reseña del mismo de más de 70 páginas, es decir, casi un libro, en el que echaban por tierra mis indagaciones, empezando por decir que “ya el autor afirma ser un indocumentado” y que, por tanto, mi texto carecía de valor.

Anticipo esta anécdota para que el lector sea ahora más benevolente y entienda lo que hago y busco, porque vuelvo a hacer una incursión en esas capacidades de Félix Rodríguez de la Fuente, pero narrando mis conclusiones y dudas en forma de novela histórica. 

De nuevo, más que afirmaciones, ha de ser leída como búsqueda de respuestas a una serie de interrogantes que me suscitó el descubrir las capacidades mentales que tuvo este personaje tan querido y tan desconocido por los españoles 

Portada de la novela historia sobre quienes fuimos y en qué medida eso influirá en cómo seremos a partir de que la IA nos ponga en nuestro sitio…

En sucesivas entradas de este blog, iré explicando el motivo de esta mi primer cuestión que planteo, que es, si la INU, pudo haber existido, es decir, si algo parecido a lo que ahora llamamos la inteligencia artificial (IA) pudo ser desarrollada hace 14.000 años por los que pintaron el arte rupestre, que en mi novela llamó la inteligencia natural del universo (INU), una forma de captar información en la vida y en la materia de este planeta y de este universo en el que vivimos.

Llegué a esta idea tras una investigación periodística, que es lo que mejor se hacer, para indagar en cómo una persona pudo ser capaz de escribir mil guiones de media hora, de unos programas de divulgación científica, serios y documentados, de radio y de televisión, con un éxito que le puso en primer lugar de audiencia durante veinte años, lo cual da idea de su interés y de su calidad, sin que fueran escritos, sino grabándose directamente y de un tirón desde la mente privilegiada de este personaje que falleció prematuramente y se llevó con él este secreto a la tumba.

Las pocas pistas que dejó, de cómo pudo realizar esa proeza, apuntan a un origen paleolítico. Su conexión con este tema pudo venir de varios frentes pero principalmente de su experiencia juvenil visitando la cueva de Altamira, probablemente de la mano del director de excavaciones arqueológicas de la época, amigo de su padre. 

La existencia de una capacidad de la mente para entender la información que nos envían los demás seres vivos y las fuerzas de la naturaleza y del universo es la única explicación que encuentro a lo que hizo este hombre y sobre esa idea, y de cómo pudo llegar a ella, es sobre lo que versa este libro que estoy escribiendo y que avanzo con este blog.